El jamón, el chorizo, el fuet o el salami no son 'buenos amigos' de los pulmones sobre todo cuando se ingieren en exceso. Un grupo de investigadores españoles acaba de constatar que las personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) que consumen mucho este tipo de alimentos tienen más riesgo de ser readmitidos en el hospital que los que menos carnes curadas ingieren.
Judith Garcia-Aymerich, del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL), es la autora principal del estudio, el primero en mostrar los efectos de la ingesta de embutidos en la progresión de la patología.
En declaraciones a ELMUNDO.es reconoce que "desde hace tiempo se publican estudios que han constatado que las personas que comen carnes curadas en exceso tienen más riesgo de desarrollar EPOC. Sabemos que el tabaco es el factor de riesgo más importante de la enfermedad, pero recientemente se ha despertado un especial interés por establecer si ciertos componentes específicos de la dieta pueden jugar un papel en el desarrollo o agravamiento de la patología".
La EPOC, que se caracteriza por una dificultad del paso del aire por los bronquios, está entre las cinco causas de mortalidad de todo el mundo. En España se estima que mueren más de 18.000 personas cada año por su culpa.
Con 274 pacientes
La nueva investigación, recogida en el último número del 'European Respiratory Journal', forma parte del estudio PAC-COPD, (Caracterización Fenotípica y Evolución de la EPOC) que incluye a pacientes reclutados durante su primer ingreso hospitalario en nueve centros sanitarios universitarios españoles entre 2004 y 2006.
A todos los participantes (274) se les realizó un seguimiento durante dos años con el fin de establecer el número de ingresos acontecidos en el periodo de estudio. Y todos, también, rellenaron un cuestionario sobre su dieta (122 ítems, que incluía preguntas sobre el consumo diario de embutidos. Además, se tuvieron en cuenta otros factores, como los síntomas respiratorios, los tratamientos farmacológicos, el estilo de vida o el índice de masa corporal.
"Los datos son claros. Las personas que consumían más de 20 gramos al día (la media de consumo fue de 23 gr) de embutidos tenían más riesgo de ingresar en el hospital por agudización de los síntomas respiratorios. Esta cantidad es bastante elevada y tiene que mantenerse en el tiempo para provocar efectos nocivos", declara la investigadora catalana.
Insiste además en que el aumento de las "probabilidades de ingreso por culpa de un exceso de consumo de carnes curadas se produjeron a pesar de tener en cuenta otros factores de riesgo como, fumar, realizar actividad física elevada o moderada, trabajar a diario o tener un bajo índice de masa corporal".
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