La creciente preocupación por la enfermedad de las vacas locas o encefalopatía espongiforme bovina (EEB), una enfermedad degenerativa y siempre fatal del sistema nervioso central de las vacas que afecta mayormente a las vacas lecheras, y su equivalente humana conocida como enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ), que se caracterizan por la destrucción paulatina de la médula espinal y el cerebro -que presenta alteraciones en forma de esponja al ser examinado al microscopio-, ha convulsionado los hábitos alimenticios de millones de personas que por primera vez empiezan a cuestionar la hipocresía de los mensajes tranquilizadores de políticos y ganaderos -carentes de credibilidad-, conscientes, quizá por primera vez, de la proliferación de substancias peligrosas, legales e ilegales, en las explotaciones ganaderas, entre las que se encuentran: antibióticos, hormonas, y piensos deliberadamente preparados con harinas de carne y de huesos, destinados a formar parte de la alimentación de animales herbívoros, con graves y trágicas consecuencias para todos: los animales, los seres humanos y el medio ambiente. Según se ha podido determinar estos productos contaminantes son el vehículo ideal de enfermedades e infecciones tan fatalmente peligrosas como la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), producida por el virus o prión mortal mutado procedente de los despojos de ovejas enfermas de escrapia que se añaden al pienso de las vacas -junto con otros desechos animales-, con tan imprevisibles consecuencias que quizá sólo representen un anticipo de la factura que todos tendremos que pagar por condenar y someter a millones de seres sensibles a una vida corta y antinatural llena de privaciones y sufrimientos totalmente injustificados y carentes de ética.
http://www.ivu.org/ave/vacaloca.html
Todos los cigarrillos vendidos en la Unión Europea a partir del jueves 17 de noviembre deberán apagarse solos si no se están fumando, para reducir el riesgo de incendios. Bruselas considera que esta nueva norma de seguridad podría rebajar en un 43% el número de víctimas de incendios iniciados por cigarrillos, tal y como ha ocurrido en Finlandia donde ya se aplica.
«Los cigarrillos seguros no existen y, evidentemente, lo más seguro es no fumar. Pero, si alguien decide fumar, las nuevas normas que van a entrar en vigor obligarán a las empresas tabacaleras a fabricar únicamente cigarrillos con tendencia reducida a la ignición, lo que puede proteger a cientos de ciudadanos del peligro de incendio», ha dicho el comisario de Salud y Protección de los Consumidores, John Dalli.
En la UE, los fuegos relacionados con los cigarrillos causan más de 30.000 incendios al año, que provocan más de 1.000 muertos y más de 4.000 heridos. La experiencia de Finlandia hace pensar a la Comisión que se podrían salvar casi 500 vidas al año en la UE.
También Estados Unidos, Canadá o Australia aplican normas similares. El cambio exigido en las nuevas normas consiste en reducir la tendencia a la ignición, que es la capacidad de un cigarrillo para iniciar un fuego cuando se queda sin vigilancia. Los fabricantes de papel de fumar han modificado la fabricación para insertar dos anillos de papel más grueso en dos puntos a lo largo del cigarrillo. Si se deja el cigarrillo sin vigilancia, el tabaco, al arder, llegará a uno de estos anillos y se autoextinguirá porque el anillo restringe el suministro de aire/oxígeno. Estos cigarrillos reducen el tiempo de combustión y, por lo tanto, también la posibilidad de que el fuego se extienda al mobiliario, los textiles o cualquier otro material.
Las autoridades nacionales deberán encargarse de verificar de que las empresas apliquen correctamente esta nueva medida de seguridad contra incendios.